15 agosto 2009

Cuando te roben la última risa del día, no des la espalda a la esperanza, que toca la puerta en presencia de todo lo demás. Un clavo no saca a otro clavo, sino que ayuda en la historia, un tropezón no es caída y la vida te empuja de a poco. Si todos vieramos esas pocas luces con brillo propio, uno mismo robaría sonrisas, risas y llantos, alegrías de la vida por verte reír, algún alma que comparte tus momentos es una buena razón para salir a robar, a robar corazones y momentos llenos de vida, llenos de magia, con un toque de ilusión que todos llevamos dentro pero que necesitamos darlo a conocer, que vivir no opaque la rutina, y el dolor es solo una cuestión más, así que brindemos por los dos, levantemos la copas al dolor y con una señal decime cómo estás, siempre te entenderé, y reiré si es necesario. Vos nada más mirame, que al escuchar tu mirada alimentaré el fuego, y daré a entender que todo está más que bien. ~

No hay comentarios:

Publicar un comentario