04 enero 2011

El mundo está loco. Definitivamente loco. Lo rico engorda, lo lindo sale caro, el sol que ilumina tu rostro arruga y lo realmente bueno de esta vida, despeina.

~ Hacer el amor, despeina.
~ Reirte a carcajadas, despeina.
~ Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
~ Besar a la persona que amas, despeina
~ Jugar, despeina.
~ Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
~ Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible.
Así que, como siempre, cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado. Sin embargo, no tengas dudas de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.
Puede ser que me sienta tentada de ser una mujer impecable, peinada, y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: peinate, ponete, sacate, comprate, corré, adelgazá, como sano, caminá derechita, ponete seria... Y quizás debería seguir las instrucciones pero... ¿Cuándo me van a dar la orden de ser feliz? ¿Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, debo sentirme linda? ¡La persona más linda que puedo ser!.
Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres: entregate, comé rico, abraza, besa, baila, enamorate, relajate, viajá, salta, acostate tarde, levantate temprano, corré, volá, canta, ponete linda, ponete cómoda, admirá el paisaje, disfrutá!. Y sobre todo... dejá que la vida te despeine.
Lo peor que te puede pasar es que, sonriendo frente al espejo, tengas que volver a peinarte.-

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